Los mandatos o programaciones más graves que les damos a los niños son los siguientes:
- No existas/No vivas/No seas: Se programa al niño con este mandato queriéndole poner "los pies en la tierra" diciéndole que no sueñe, que la vida es difícil, que el dinero no crece en los árboles, que así es toda su familia y que así será él, etc.
- No seas lo que eres/No seas tú mismo: Este mandato se les impone cuando los papás quieren que su hijo quieren que sea lo que ellos quieran, y no lo que él quiere. Por ejemplo: - "Papá, quiero ser psicólogo cuando sea grande" - "No hijo, tú serás contador como tu padre".
- No lo logres: Este mandato se manifiesta con un gran temor por parte de los padres al éxito. Muchas veces los papás creen que perderán el respeto de sus hijos su éstos tienen más logros y realizaciones que ellos.
- No sabes/No puedes hacerlo: Esta programación se da cuando los papás comparan a sus hijos con otros. Por ejemplo: Aprendes a fulanito que siempre ayuda a su mamá., ¿Por qué no sacas buenas calificaciones como tu primo? Etc.
- No te acerques: Este mandato provoca un sentimiento de aislamiento y hace que se les dificulte establecer relaciones personales, y nace de la dificultad de los padres para hacer contacto físico con los hijos, falta de cariño, no les ponen atención (realmente los ignoran por ver T.V., leer, pistear, etc.).
- No crezcas: Típico de los padres sobreprotectores y súper consentidores, que al intentar que sus hijos no batallen lo que ellos batallaron terminan por inutilizarlos, y terminan siendo dependientes de ellos aún en edad adulta.
- No seas niño: Es el opuesto al punto anterior, se forza al niño a que abandone sus actividades naturales de niño para que se convierta en adulto a temprana edad, trabajando y realizando las labores de alguien mayor, quitándoles una de las mejores etapas de su vida.
- No/No lo hagas: Existen muchos padres que les prohiben absolutamente todo a sus hijos, y los niños terminan creciendo con miedo a correr riesgos, con pánico de sentir placer.
- No importas: Tristemente este es uno de los mandatos más frecuentes. Con la vida de hoy en día que los padres no tienen tiempo para sus hijos, el niño interpreta esa falta de tiempo como "No importo", por lo tanto no se dará el permiso de sentirse importante, de ser tenido en cuenta, ya que si a sus papás no les importa, ¿A quién si?
- No vales: Esto pasa cuando los papás no querían tener un niño, sino que querían parir al mismísimo Dios, debido a su misma falta de autoestima, y el niño es quien paga las consecuencias cuando se le exige perfección y se siente mal por descepcionar a su papás a cada momento.
- No pienses: Cuando las preguntas son ignoradas, o cuando tocan temas delicados como religión, política, preferencias sexuales, etc., y se les exige a los niños que piensen igual que los papás y que tengan las mismas creencias, es cuando se les programa con este mandato.
- No sientas: Es cuando al niño le dicen "No seas llorón", "Sé hombresito/mujersita y deja de actuar así", etc.
- No me superes: Aquí los papás ven a sus hijos como rivales, y se sentirían inferiores si de repente los superan en algún deporte, conocimiento, o en cualquier aspecto de la vida cotidiana. La reacción común a esto es "Soy tu padre y tienes que respetarme/dejarme/etc."
- No disfrutes: Muchas veces los niños se divierten, pero los papás están estresados, así que les dicen que se callen, que se salgan, que dejen de ver T.V., etc., y el niño interpreta eso como "No tengo derecho a disfrutar", y es otro de los mandatos con los que crece.
Para dar "reversa" a estos mandatos, tienes que PERMITIR. Date cuenta y dite a ti mismo, o a tus hijos, que tienes(n):
- Permiso de vivir, ser, existir.
- Permiso de ser tú mismo.
- Permiso de lograr.
- Permiso de saber.
- Permiso de acercarte.
- Permiso de pertenecer.
- Permiso de crecer.
- Permiso de ser niño.
- Permiso de hacer.
- Permiso de ser importante e importar.
- Permiso de valer.
- Permiso de pensar.
- Permiso de sentir.
- Permiso de superar y superarte.
- Permiso de disfrutar.
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