viernes, 28 de febrero de 2014

Y tú, ¿Qué Crees? | Ideas vs Creencias

Nuestras Creencias son responsables de nuestros Pensamientos, los Pensamientos de nuestros Sentimientos, y los Sentimientos de nuestras Actitudes.

El detalle es que la mayoría de las personas tratan a las Creencias como si fueran cosas, cuando en realidad son sólo sentimientos de certidumbre sobre algo. Si afirmas que eres inteligente, realmente lo que estás diciendo es: "Siento la certidumbre de que soy inteligente". Y eso es independientemente de que lo seas o no.

Lo más básico que constituye a una Creencia es una Idea. Vamos a suponer que se te ocurre la idea de que eres alguien sexy. Detente un momento y dite: "Soy sexy". ¿Cómo saber si lo estás diciendo sólo como una Idea o como una Creencia? Dependerá del grado de Certidumbre que sientas al momento de decirla. Si piensas: "Bueno, en realidad no soy tan sexy", lo que estarás diciendo será: "No siento mucha certidumbre de ser realmente sexy".

Vamos a hacer una metáfora para describir el proceso de transformar una Idea en una Creencia: Si eres capaz de imaginarte una idea de una mesa sin patas, lo cuál es una idea ridícula, así que te habrás hecho una representación bastante acertada de por qué una Idea no se siente de una forma tan cierta como una Creencia. Sin patas esa mesa ni siquiera puede sostenerse. La Creencia, por su parte, si tiene patas. Retomando el ejemplo anterior, si tienes la Creencia real de que eres sexy, lo sabes porque tienes algunas sólidas referencias que apoyan esa idea, algunas experiencias de vida que lo corroboran. Pues esas referencias/experiencias son las "patas" que convierten a la mesa en algo sólido, que le dan certidumbre a su idea y la transforman en Creencia. 

* Idea: Soy Sexy.
* Patas: "Me veo al espejo y me doy cuenta de que soy atractivo"; "Tengo un cuerpo atlético"; "Me piropean"; "Tengo pegue". 
* Creencia: Gracias a las "patas" tengo la Certidumbre de que soy Sexy.

Ahora, todas esas "patas" no significan nada hasta que las organizas bajo de una Idea. Al hacerlo así, las "patas" hacen que se sienta convencido de la Idea y le inducen a Creer en ella. Siente que su Idea es cierta, y es ahora cuando se convierte en una Creencia.

Lo mejor de todo esto es que podemos desarrollar las Creencias que nos convengan, sobre cualquier cosa, si encontramos las "patas" suficientes para reforzarlas. Generalmente tenemos "patas" positivas y negativas sobre prácticamente cualquier idea. Si te interesa Creer esa Idea para algo positivo, entonces sólo enlista las positivas, y las negativas las ignoras. ¡Tú tienes la capacidad de decidir en qué Creer!

Ojo, no es necesario que las "patas" sean exactas, incluso pudieran no ser reales, no importa de dónde procedan, pudiera ser de "patas" de otras personas, de un libro, de un video, una película, etc., si empezamos a aceptarlas como reales, nuestro cerebro no puede diferenciar entre algo imaginado vívidamente y algo experimentado en la realidad.

Tus Creencias no son la realidad, son sólo tu interpretación de la realidad. Lo que es real para ti, puede parecer falso a otros. Y durante toda tu vida has ido cambiando de Creencias en diferentes áreas de tu vida. Tú sabes que puedes modificar tus Creencias aunque antes no sabías cómo. 

Ahora ya lo sabes, ¡Aprovecha este conocimiento para tu beneficio!

"Si desarrolla la absoluta sensación de certidumbre que aportan las creencias poderosas, puede conseguir virtualmente cualquier cosa que se proponga, incluyendo aquellas que los demás consideran como imposibles."

*** Nota sacada en su mayor parte del libro Despertando al gigante interior, de Anthony Robbins...


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