La mayoría de la gente siempre se siente más identificada con las cosas negativas que con las positivas. Incluso cuando algo está yendo muy bien, empiezan a preguntarse, "¿Qué irá a pasar? Todo está yendo tan bien que algo malo ha de venir porque no puede ser tan bueno".
Y dicen los expertos que la primera diferencia entre el triunfador y el promedio, es que el triunfador tiene la Auto-Expectativa Positiva, ¡SIEMPRE!
De hecho cuando adoptas ésta nueva expectativa propia, hasta te sientes con más energía y te enfermas menos. Las personas negativas suelen enfermarse y a veces hasta tienen horario para sentirse mal.
En cierta ocasión, el golfista mexicano, el "chicano" Lee Treviño tuvo una neumonía y le dijeron "Lee, mejor no juegues, tu mal podría empeorar", a lo que respondió: "Mejor si juego, podría sentirme mejor, e incluso podría ganar", y obtuvo el segundo lugar de ese Abierto en Estados Unidos.
Esa es exactamente la actitud que tiene un ganador, esa es la expectativa que tiene de sí mismo. Si de repente sientes que las cosas no van como tú quisieras, sincérate contigo mism@ y pregúntate, ¿Qué auto-expectativa estás teniendo cada vez que vas a intentar lograr eso que tanto deseas?
Ojo: No significa que no vas a fallar, pero incluso cuando falles, deberás ver las fallas como algo positivo, algo de lo cuál aprenderás.
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