La mente es como una fogata, y el miedo es como el viento. Si no lo controlas te puede apagar, pero si lo controlas, avivarán la llama de tu mente, e incluso cada miedo superado es como más leña en tu fogata, para que el fuego de tu mente nunca deje de crecer, y que se sienta tu presencia aunque estés a distancia.
Dicen también por ahí que no puedes controlar la dirección del viento, pero si puedes controlar la dirección de tu velero, impulsándote del viento y aventajándote de él, en lugar de que sólo lo voltee.
Y hay muchísimas frases, reflexiones, etc., que te insitan a que no temas, pero creo que con estas se entiende la idea. Lo único que te voy a preguntar es:
¿Qué puedes perder? Generalmente es mucho más grande el miedo a hacer algo, que la realidad cuando lo haces.
