viernes, 20 de diciembre de 2013

Somos un@s prostitut@s | ¿Cuaaánto?

Imagínate a una persona que se casa o que sale con otra sin que le guste, mucho que esté enamorad@, sino que lo hace por su dinero ($), y que por ese mismo dinero está dispuet@ a hacer todo lo que le digan, se podría decir que, de alguna manera se está prostituyendo, ¿Verdad?

Dicen que lo mismo aplica para el trabajo, generalmente nos "casamos" con un empleo que no nos hace sentir más vivos, que muchas veces ni siquiera nos gusta, a cambio de dinero. ¿Conocerás a alguien que de repente no le gusta su trabajo? ¿O a alguien que le da flojera levantarse para ir a trabajar? ¿O a alguien que su jefe le cae mal por prepotente o incompetente? ¿O a alguien que no le guste que le digan que hacer? ¿O a alguien que se queje de que el trabajo le absorve y no tiene tiempo para su familia (que de plano se supone que para ellos trabaja y nunca los ve)? Creo que aquí cabría un gran ETCÉTERA.

Sin embargo, la siguiente pregunta es la que nos debe hacer meditar, aunque la veamos como algo muy común, ¿Conocerás a alguien que aún después de todo esto, el dinero no le alcance? Mira, aquí voy a ser algo coloquial, nos acabamos de dar cuenta de que nos prostituímos, pero lo peor de todo esto es que somos un@s put@s barat@s, hacemos todo lo que nos dicen por el dinero que ellos quieren. Supongo que si ya nos vamos a prostituir, pues de perdida a cobrar bien, ¿Qué no? (jaja).

Yo mejor que nadie sé que soltar un trabajo es difícil, sobre todo cuando batallaste tanto para conseguirlo, y peor aún cuando ya tienes muchas cuentas y necesitas de ese dinero, que si bien no es lo que buscas, es lo suficiente para cubrir tus necesidades básicas, y de repente uno que otro gustito.

¿Qué podemos hacer entonces? Por lo pronto, si ganar el dinero nos está costando nuestro trabajo, nuestra familia y nuestra dignidad, al menos trata de no derrocharlo. Al contrario, sé inteligente al utilizarlo, no necesitas acabártelo para pasarla bien, puedes administrarte y destinar una parte para derrochar y otra para ahorrar o invertir, y si inviertes, estarías prostituyéndote para ti mismo, ¿No te parecería mejor?

Como dato: Diciembre es uno de los meses donde la gente gana más dinero, pero también donde la mayoría de la gente más gasta, y la minoría más vende. Los que más gastan tienen una felicidad que normalmente no dura mucho, ya que a principios de año vuelven a la "cruda realidad". Siempre se están haciendo negocios, ya sea que tú estés haciendo negocios con la gente o que la gente esté haciendo negocios contigo. Obviamente para los que hacen negocio, aunque requiere algunos sacrificios, la felicidad generalmente les dura más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario