Vamos a suponer que existe un arquero (tirador con arco, para quienes entiendan arquero como "portero")
que de lo preciso que es pudiera tirar una flecha y dar justo en el blanco, y con el segundo tiro pudiera partir la primera flecha.
¿Sabes que tú podrías ser un ganarle en una competencia a ese arquero? Y sería muy fácil, sólo es cuestión de vendarle los ojos y darle vueltas para que no tenga idea de dónde queda el blanco, ¡Y ya!
Tal vez estés pensando, ¿Qué pendejada tontería estás diciendo Jimmy? Es obvio que no puede dar en el blanco si no sabe dónde está, ni puede ver, ¿Verdad que sería una "competencia" tan injusta que hasta suena ridículo?
Y es cierto pero, ¿Sabes qué? Es igual de ridículo como tener metas, y lo peor es que lo vemos como algo normal, ya que la mayoría de las personas no las tiene, ¡Imagínate! No saben adonde apuntar, ni pueden ver con claridad que es lo que quieren lograr, pero estan "tirando" hacia todos lados sin acertar en nada.
Dicen que cuando no sabes adonde vas, ya llegaste. Y si te sientes cómodo con el lugar en donde estás, en todas las áreas, entonces felicidades; pero si no, es hora de agarrar papel y lápiz y empezar a ponerse metas en cada área de interés. Una vez que sabes exactamente qué es lo que quieres, es como saber dónde queda el blanco, después sólo tendrás que buscar las maneras de acertar a ese blanco, pero primero lo primero: Escribe tus metas, lo más claras y detalladas que puedas, con fecha límite para alcanzarlas, y ya después te preocupas por el "cómo".
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