El Cambio es Incómodo | ¡Pinches Cambios!

¿Con cuántos dedos escribes en la computadora? Si eres como yo, serían 2 y de repente 3 de cada mano, que de hecho creo que la mayoría le hacemos así.

Te hago esta pregunta porque, suponiendo que entraras a un curso de mecanografía, te dirían que utilices todos los dedos para agilizar el proceso, ¿Pero sabes qué? Al principio en lugar de escribir más rápido, escribirías más lento. Si no me crees, ¡Inténtalo! Y si no llevas clases, probablemente prefieras seguir escribiendo como lo has hecho hasta este momento, y te resistirías al cambio. Sin embargo si llevaras las clases, al cabo de poco tiempo empezarías a escribir mucho más rápido que como lo haces actualmente. Sería como dar un paso para atrás, para dar 3 hacia adelante.

Así exactamente son los cambios. Cuando quieres realizar un cambio, al principio es incómodo, ¡En ocasiones muy incómodo! Y la mayoría de las personas se raja echa para atrás a la primera señal de incomodidad. Muchas veces queremos hacer algo, pero empezamos y sentimos que dimos ese paso hacia atrás y preferimos volver a lo habitual. 

Ahora, el cambio no es necesaríamente algo físico, puede ser un cambio mental. Y si, funciona del mismo modo, los cambios de pensamiento también son incómodos, muy incómodos algunas veces, y si los compartes puedes ser criticado, humillado, víctima de bullying, e incluso la gente se puede apartar de ti. Pero nuevamente, este es el "pasito para atrás" antes de poder avanzar con más fuerza. Porque algo si quiero que te quede bien claro, si no cambias, probablemente estés bien/cómodo, sin embargo no vas a pasar de ese lugar.

Los pinches cambios, así como son de enfadosos, ¡Así son de necesarios para mejorar! 

Así que si quieres mejorar, abre tu mente, y no le digas NO a los cambios (obviamente después de haberlos analizado). La mente siempre te dirá que no lo hagas, le gusta estar cómoda, sin embargo recuerda que no debes hacerle caso a tu mente, mientras no esté bien entrenada. (Ver No le hagas caso a tu mente). Y la diferencia la hace el simple acto de levantarse, y la velocidad con que te levantas. Quién se levanta más rápido, llega más lejos.