lunes, 25 de noviembre de 2013

¿Y Si Si? | Sólo Una Vez Más

Tu futuro no tiene por qué ser igual a tu pasado, ¡Inténtalo!
 
Para dar a entender este mensaje hay muchas historias: 

Una de un elefantito que lo atan a una estaca, y después de muchos intentos se rinde y le pueden poner una estaca más pequeña, y aunque él crezca no volverá a intentar porque siente que no puede. 

Hay otra de unos ratones en una jaula y les ponen comida pero la comida está conectada a la corriente y cada que la intentan comer, les da toques, hasta el punto en que dejan de intentar. Cierto día deciden dejar de intentar y le cambian de comida a otra más apetecible (un queso más apestoso, supongo), y le desconectan la corriente, pero no lo intentan porque creen que les dará toques.
 
Una más cuenta de cómo domestican a las pulgas, las meten en un frasco pequeño con tapadera, las pulgas saltan y se golpean con la tapadera, vuelven a saltar y se vuelven a golpear por una hora, dos horas, tres horas, pero al cabo de unas horas más, las pulgas siguen saltando, pero está vez con menos fuerzas para no golpearse la cabeza. Justo en ese momento les pueden quitar la tapadera y las pulgas no se escaparán.
 
Y hay otras, de changuitos, de caballos, etc., sin embargo creo que la idea ya se entiende con estas 3 historias breves. Ahora quiero que te imagines, si esos animalitos tuvieran hijos, los cuáles iban a querer intentar tumbar la estaca, probar la comida o saltar más alto, ¿Qué crees que les dirían a sus hijos? ¿Y crees que los hijos lo intentarían? Lo más seguro es que no, ¿Y qué crees que los hijos les enseñarían a sus hijos, es decir, nietos de los animales que no pudieron? Les dirían que tampoco lo intentaran, ¿Verdad? Y así se va la cadenita.
Exactamente así es como funcionamos las personas, cuando intentamos hacer algo, alguien ya ha batallado, se ha golpeado, se ha "electrocutado" o ha intentado mucho y simplemente no ha podido y, por tratar de protegernos, nos dicen que nosotros tampoco lo intentemos. Es así como las buenas intenciones son las principales asesinas de los sueños.
 
Y para terminar, una última pregunta, ¿Qué habría pasado si alguno de estos animalitos de las historias, después de haber batallado tanto, de haberse electrocutado o golpeado, hubieran intentado sólo UNA VEZ MÁS? 

Lo dejo a tu criterio y te repito la frase con la que inicié esta historia: Tu futuro no tiene por qué ser igual a tu pasado, ¡Inténtalo UNA VEZ MÁS!

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